Ofrecen Kundalini Yoga como remedio a problemas sexuales de hombres

Posted on: Jueves, sep 1, 2011

Por Sat Atma Singh/Compassion Times
DISTRITO FEDERAL _ ¿Alguna vez han pensado porqué en la mayoría de salones, eventos y grupos de yoga, la mayoría de participantes son mujeres?
Arturo Hernández, un empresario que encontró en Kundalini Yoga el salvavidas para sobrellevar la quiebra de su empresa, sí analizó el fenómeno y encontró una fórmula para atraer al género masculino a clases de Kundalini Yoga.
“Es un segmento poco explorado, poco atendido y es que justamente, el yoga siempre es para mujeres y ahora es para hombres ¿Qué ha sucedido?”, expresó Hernández en una conversación con Compassion Times.
“Me metí a consultar información, documentarme sobre la salud del hombre y me encontré con que los elementos más importantes son el estrés y la salud sexual”, explicó. “Después vi el tamaño del mercado y el valor del mercado de ese segmento y es gigantesco. (Las farmacéuticas) Pfizer y Lilly Lycos lo estiman en 66 billones de pesos. Y aparte es un mercado dominado por fármacos”.
Hernández se interesó por el Kundalini Yoga después de vivir un año en el ashram de Guru Ram Das, cuando éste era dirigido por Jai Hari Singh y Kaur. Llegó ahí buscando un refugio, un sitio donde asimilar un momento de crisis en su vida.
Su empresa quebró “y con la quiebra pierdo todo y con la quiebra pierdo mi matrimonio también y en ese estado de quiebra total, económica, familiar, interna, es como llego al ashram”, relató. De hecho, fue su ex esposa quien le sugirió que tuviera una reunión con Jai Hari Singh.
“Viví un año en el ashram. Durante ese año estuve practicando kundalini como me lo indicaba Jai Hari Singh. Hacía sadhana, la clase de las 7.30 de la mañana, hacía la clase de las 12 del día y de las 7 de la noche. Diario me aventaba tres o cuatro clases durante un año y mi seva era ser el asistente de Jai Hari Singh y yo iba con él a donde el fuera a dar clase. Había días en que tomaba cuatro o cinco clases”, recordó.

A esos días se remonta la obtención de su nombre espiritual: Rajnivash Singh.
También desde entonces surgió la iniciativa de empezar algún negocio vinculado con lo que estaba aprendiendo.
“Yoga-Hombre es un proyecto mio y es una combinación de todas mis experiencias. Mientras estaba en el ashram quería desarrollar un proyecto con yoga. Por mi formación y años de empresario siempre ando con las antenas abiertas buscando oportunidades de negocio y estando en el ashram estaba buscando desarrollar algo con yoga porque mi experiencia fue increíble, reveladora y me ayudó muchísimo y quería compartirlo con otras personas”, expresó.
Pago por evento
“Los hombres, empresarios hombres, que están arriba de los 35 años están viviendo la vida a ritmo muy acelerado, con un nivel de estrés altísimo, con muy poco tiempo para ellos, una presión económica muy fuerte y con un impacto también fuerte en su vida de pareja y familiar”.
Pero luego hay una serie de factores psicológicos que condicionan a los hombres a buscar ayuda. “Los hombres no somos como las mujeres que abierta y tranquilamente puedes encontrarlas en una mesa hablando sobre sus problemas sexuales”, dijo Rajnivash Singh.
Un hombre “tarda dos años en tomar la decisión de ir con un médico y de 10 hombres va uno”, dijo el director de Yoga-Hombre, basado en estudios al respecto realizados mayoritariamente por las firmas farmacéuticas que crearon pastillas para curar la disfunción eréctil.
Pero Hernández censura la respuesta que estos hombres reciben de los médicos, pues básicamente “le prescribe un tratamiento basado en hormonas, inyecciones, pastillas y le dice que se relaje y no se preocupe y que pruebe el Viagra o el Cialis. Les da algo externo al cuerpo… y el fármaco los ayuda a tener una erección pero eso no es una salud sexual”.
De hecho, Rajnivash Singh denomina a los tratamientos con píldoras como “pago por evento”.
“Hay una gran diferencia entre poder tener una erección y poder tener un evento sexual con la pareja y gozar de salud sexual, porque la salud sexual va mucho más allá que una cuestión médica. Involucra las emociones, la seguridad del hombre, su autoestima, muchas cosas que la pastilla no le proporciona a esta persona”, reflexionó.
Con esa información, Hernández se dispuso a ensamblar y estructurar lo que resultó siendo Yoga-Hombre, programa que define como “un servicio basado en Kundalini Yoga que le va a ayudar a ese hombre, a esa persona, a trabajar en sí mismo, para recuperar de manera natural, a mediano plazo su salud sexual”.
Eso sí, a quienes se inscriben en el curso les advierte que “no es una pastilla… por lo cual no se pueden esperar resultados en una sesión o en un mes”.
Rajnivash Singh dijo que a quienes se involucran en su proyecto les explica que deben hacer el programa completo, lo cual toma entre cuatro y cinco meses. “Y cuando lo termines vas a tener que seguir trabajando porque si dejas de trabajar en ti, en tu persona de manera consciente, tu espíritu de manera consciente y tu alimentación, entonces vas a regresar al estado en que estabas”.
“Yoga-Hombre basado en Kundalini Yoga inicia como un programa pero el objetivo es que se convierta en tu estilo de vida, basado en la consciencia y que las respuesta de tu salud en general están dentro de ti”, afirmó el director.

El programa
“El hombre que se inscriba a Yoga-Hombre no va a ir porque quiera tomar yoga sino porque tiene una bronca, un problema de salud sexual que afecta su vida, su relación de pareja, su autoestima y anda buscando cómo solucionar su problema y te puedo asegurar que el que se va a inscribir ya se metió no se cuantas pastillas de Viagra y no siempre le funciona”, señaló el entrevistado.
El programa está diseñado en 36 sesiones y se pueden tomar hasta dos veces a la semana, con lo que se completa en poco más de cuatro meses si no hay inasistencias de parte de los alumnos. Cuesta 1.600 pesos mensuales.
“El programa ya está hecho desde cúal es la kriya uno hasta la 36. Entonces el maestro va recibiendo la kriya de acuerdo a la sesión que va a dar”, expresó.
Como Rajnivash Singh no es instructor de yoga, aunque dice que está entre sus planes tomar el curso de formación, su proyecto contempla contratar instructores hombres, a quienes les pide dos requisitos: estar certificado por KRI (Instituto de Investigación Kundalini) y disponer de un local donde dar las clases, que no tiene que ser necesariamente un salon de yoga y sujetarse al programa diseñado. A final de mes se le entrega un salario por su trabajo.
Hernández explicó que “Yoga-Hombre hace la promoción, el trabajo de medios, reportajes, email-marketing, anuncios, todo eso… va recabando la información de quienes se interesan y crea los grupos”.
Ya funcionan grupos en las colonias Polanco, Narvarte y está a punto de abrirse el primero en Coyoacán. “El objetivo es que al cumplir el primer año de operación, ahora vamos por seis meses, estén operando 10 grupos en el df y zona metropolitana”, indicó el creador del programa.

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