Medita para modelar el cerebro hacia tu bienestar

Posted on: Martes, abr 24, 2012

Por  Rick Nauert PhD Senior News Editor/psychcentral.com

Un nuevo trabajo ha hecho reflexionar al sugerir que la gente puede aprovechar la neuroplasticidad del cerebro para entrenarlo a tener más empatía, agradecido y compasivo.

Prácticas como el ejercicio físico, ciertas formas de asesoramiento psicológico y la meditación pueden todos cambiar el cerebro para hacerlo mejorar, de acuerdo con los autores de una reseña online en Nature Neuroscience. Además, dadas los avances en la neurociencia, estos cambios ahora pueden medirse. El estudio refleja una mayor transición del enfoque de la neurociencia dirigida a la enfermedad hacia el bienestar, dijo el principal autor del estudio Dr. Richard Davidson, profesor de psicología de la universidad Wisconsin-Madison.

El cerebro está cambiando constantemente en respuesta a factores ambientales, dijo, y el artículo “refleja uno de los primeros esfuerzos de aplicar esta estructura conceptual a técnicas para mejorar las cualidades en las que no hemos pensado que sean habilidades, como el bienestar.

“La investigación neurocientífica moderna conduce a la inevitable conclusión de que podemos realmente mejorar el bienestar con entrenamiento que induzca cambios neuroplásticos en el cerebro”.

Cambios “neuroplásticos” afectan el número, función e interconexiones de células en el cerebro, usualmente a causa de factores externos.

Aunque las prácticas positivas reseñadas en el artículo no fueron diseñadas usando las herramientas y teorías de la neurocienciamoderna, “estas son prácticas que cultivan nuevas conecciones en el cerebro para mejorar la función de las redes neurales que sostienen conductas sociales, como la empatía, el altruismo y la bondad”, dijo Davidson.

La reseña, co escrita con Bruce McEwen de la Universidad Rockefeller, comienza por considerar como los estresores sociales pueden dañar el cerebro. Como un ejemplo, la enorme desatención de los niños en orfanatos de Rumania no solo tenía impactos psicológicos; creó cambios mesurables en sus cerebros, dijo Davidson.

“Tales estudios proven un importante cimiento para comprender el efecto opuesto de intervenciones diseñadas para promover el bienestar”.

Davidson dijo que su trabajo ha sido modelado por su asociación con el Dalai Lama, quien le pidió en los 1990’s, “¿porqué no podemos usar las mismas rigurosas herramientas de la neurociencia para investigar la bondad, compasión y el bienestar?”.

Davidson ha explorado los beneficios neurológicos de la meditación y dijo que “la meditación es una de muchas técnicas distintas y no necesariamente la mejor para todas las personas”.

“La terapia cognitiva, desarrollada en la psicología moderna, es una de los tratamientos con mayor validación empírica para la depresión y contrarrestar los efectos del estrés”.

Sobre todo, dijo, el objetivo es “usar lo que sabemos sobre el cerebro para afinar las intervenciones que harán mejorar el bienestar, la bondad, el altruismo. Quizás logremos desarrollar intervenciones más acertadas y mejor dirigidas que aprovechen los mecanismos de neuroplasticidad para inducir cambios específicos en circuitos específicos del cerebro”.

Los cerebros cambian todo el tiempo, enfatizó Davidson. “No puedes aprender o retener información sin que haya un cambio en el cerebro. Todos sabemos implícitamente que desarrollar pericia en cualquier campo de alguna complejidad, como convertirse en músico o atleta, se requiere práctica, y eso causa que se formen nuevas conxiones en el cerebro. En casos extremos, partes específicas del cerebro se agrandan o contraen en respuesta a nuestra experiencia”.

Davidson cree que el entrenamiento del cerebro se expandirá en una manera similar como ha ocurrido con el ejercicio físico.

“Si nos remotamos a los años 1950’s, la mayoría de ciudadanos de clase media en los países occidentales no se involucraban en ninguna actividad física. Fue a causa de la investigación científica que estableció la importancia del ejercicio físico en mejorar la salud y el bienestar que más personas ahora se involucran en prácticas de ejercicios físico regulares. Pienso que los ejercicios mentales serán igualmente considerados dentro de unos 20 años”.

“En vez de pensar en el cerebro como un órgano estático o en su solo se deteriora con los años, es mejor entenderlo como un órgano que está en constante remodelación por sí mismo, está siendo continuamente influenciado, a sabiendas nuestras o no, por las fuerzas de nuestro entorno”, said Davidson.

“Podemos responsabilizarnos de nuestros propios cerebros. No son títeres que actúan bajo influencias externas, podemos ser más proactivos en modelar las influencias positivas del cerebro”.

Fuente: University of Wisconsin-Madison

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