Gurubachan Singh: “de nada sirve el yoga si no se integra a la vida misma”

Entrevista con el artífice del Tour de los Milagros, durante el festival de sonido sagrado y sanación en México.

Por Paulina Flores, Ana Flores y Jacqueline Jiménez

DISTRITO FEDERAL _ En el marco del Festival de Guru Ram Das, tuvimos la oportunidad de platicar con Gurubachan Singh, quien encabeza el 10° Tour del Señor de los Milagros, y que en un ambiente jovial nos platicó desde algunos detalles sobre el tour, hasta sus inicios en este estilo de vida.

La conversación inició recordando que el 10º tour del Señor de los Milagros se realiza en honor a Guru Ram Das desde hace once años: “Yogi Bhajan me dijo:  tienes que hacer este tour en su honor y ahora es una década de servicio, un tour de sevas”, y sin fines de lucro el evento es posible al trabajo y al servicio de organizadores y participantes. Contó y adelantó que en esta gira visitarán  América Latina y otras partes del mundo, para hablar de Guru Ram Das, y para “enseñar a meditar y así mejorar la vida de las personas”.

Inaugurando en México, el tour tendrá presencia en quince ciudades por Latinoamérica, durará 48 días, visitará 38 pueblos y dará de 84 conferencias.

Durante la charla, destacó que es un tour en donde la gente quiere servir y compartir su sabiduría, donde se imparten clases de yoga, pero sobretodo se hacen sesiones y programas de ayuda, dirigidos a toda la gente que quiera participar, sin importar que el 99 por ciento de los asistentes ni siquiera sean practicantes de Kundalini Yoga.

Uno de los ejemplos más sorprendentes que dio Gurubachan fue el de las meditaciones masivas que ha dado en Bolivia y Colombia, en las que han participado entre 700 y 1200 policías respectivamente “Cuando un policía reacciona hay muertos, ahora estamos trabajando en enseñarles cómo actuar en vez de reaccionar, para desarrollar su capacidad de meditar, para manejar y tener confianza en la intuición”, afirmó.

Algo en lo que Gurubachan hizo un especial énfasis, fue en que existe la práctica formal y la práctica informal del yoga, siendo la primera la que se lleva a cabo en la clase, pero lo importante, lo sustancioso está en la práctica informal, la que se aplica en la vida cotidiana, pues sólo así la gente la adopta brindándole un verdadero sentido; según sus palabras, “de nada sirve la formal si no se integra en la vida misma”; en sí, el objetivo es integrar en la cotidianidad todos nuestros conocimientos, los aprendizajes que deja la práctica de alguna disciplina, pero sobre todo, los aprendizajes logrados a través de la experiencia de vida.

También platicamos sobre algunos problemas que ahogan a nuestra sociedad, que finalmente desembocan en una ola de violencia que se vive en el mundo y tocando el tema de una manera muy liviana llegó a la conclusión que el principal error se encuentra en la educación, un problema que vienen acarreando los niños desde pequeños, pues algo tan básico, pero tan esencial como lo es la respiración que es fuente de vida, es sentado por hecho y aún son pocas las personas que están conscientes y son educadas al respecto.

“No les enseñamos a nuestros hijos desde chiquitos como respirar para que ellos puedan vivir su vida de una manera completa y orgánica, tranquila y graciosa”.

“La realidad es que estas enseñanzas sirven para esta generación y más allá” y debemos de aprender a adaptarnos a la época, en la que nos toca vivir. Los tiempos de ahora, nos mueven al cambio y eso implica que tengamos que cuestionar los caminos y que cada quien elija una dirección para sí mismo; en nuestro entorno encontramos técnicas, conmociones y emociones, dudas y que por ahora no funcionan, puede que en un futuro nos sean útiles.

La cabeza en el cielo y los píes en la Tierra

Dando a la entrevista a un ambiente más personal, Gurubachan nos compartió sus inicios en lo que describe como un estilo de vida más que una religión. En el año de 1972, durante su época de estudiante, un amigo del colegio lo invitó a tomar una clase de yoga; sin tener idea de lo que se trataba asistió a su primera clase y reconoce que no fue una experiencia del todo agradable, pues él creía que esta práctica consistía en hacer ejercicio y aunque en un principio no le gustó, percibió en él algo diferente, así que decidió intentarlo una segunda vez y por qué no, una tercera. Seis meses después conoció a Yogi Bhajan, “Un hombre que tenía una compasión que no puedes imaginar, él era muy directo pero muy cariñoso, él era un león pero tenía corazón de oveja”; y ahí experimentó algo como si se tratara del mundo ficticio de Hollywood, la atracción a primera vista; así es como Gurubachan describe la impresión que le causó su primer encuentro con el ser, que en un futuro casi inmediato, se convertiría en una persona fundamental en su vida; pues en la primera respiración que le enseñó Yogi Bhajan, le permitió a Gurubachan reconocerse a sí mismo. Para él fue un privilegio compartir muchos años de vida juntos, fungiendo como su asistente personal y oficial.

De Yogi Bhajan nos comparte que era un hombre muy activo, “Siempre estaba pensando cómo se puede elevar el espíritu de la gente y la vida de la persona, para mejorar”… “él dejaba que cada quien aprendiera, lo que tenía que aprender y nada más veía cómo actuabas, cómo  estabas portándote en tu vida normal no enfrente de él.” Un hombre que vivía en sevas – actitud de servicio – donde sus acciones y palabras eran reales, mostrando ante todo congruencia, como reflejo de un ser humano íntegro y con mucho equilibrio “su cabeza en el cielo y sus pies en la tierra”.

Para Gurubachan ser yogui, implica un proceso para la persona, en el que hay que abrazar y aprender el reto de ser uno mismo; primero aceptándote, entendiéndote para controlar los impulsos y las formas de actuar. No se trata de ser perfectos, pero si ser persistentes para generar cambios que permitan construir tu vida y cumplir tu misión en el mundo. La proyección que tiene uno de si mismo y el sentimiento interior de querer cambiar, redirige la energía interior, para ser más tranquilos, prósperos, felices y que nuestro pensamientos, palabras y comportamientos, sean reflejo de una práctica purificadora.

Finalmente, quisiéramos resaltar lo gratificante que fue conocer por primera vez a una personalidad tan enigmática y a la vez agradable, fue una experiencia inolvidable compartir una charla directa con alguien que llena todo el espacio con su sola presencia y su energía, firme, pero al mismo tiempo flexible y humilde, que con sus palabras y risas contagia su espíritu y las ganas por saber y aprender más sobre este estilo de vida.