Con 6 clases de Kundalini termina 9no Encuentro Nacional de Yoga en México

Posted on: Lunes, dic 3, 2012

Jap Singh y sus amigos

Por Sat Atma Singh/COMPASSION TIMES

DISTRITO FEDERAL _ Centenares de personas participaron en el 9no Encuentro Nacional de Yoga el cual se ha constituido en toda una institución para quienes practican las diversas ramas de esta disciplina considerando que durante los tres días que duró hubo 9 maestros internacionales y más de 20 mexicanos que impartieron casi 90 clases, talleres y prácticas del viernes al domingo.

Hubo a lo largo de los tres días media docena de clases de Kundalini yoga, incluida la de la maestra Ravi Kaur Khalsa que clausuró las actividades en el salón adidas, uno de los principales de la actividad y que tenía capacidad para albergar a más de 300 personas en cada sesión; pero también enseñaron los maestros Ram Ravi Singh, Siri Nath Kaur, Gurupurkha Singh y yo mismo, quienes tuvimos la fortuna de contar con una nutrida participación  en las clases en las que compartimos principalmente algunas meditaciones con el público.

Cathy Rogers dirige una sesión de Iyengar Yoga enfocada a maestros e instructores.

Es la primera vez que fui invitado al evento y aparte de tener oportunidad de impartir una clase que denominé “Acondicionamiento inmunológico: yoga para tener defensas fuertes”, trabajé como responsables de uno de los salones del evento, lo cual me permitió atestiguar el interés que mantienen muchos mexicanos en el yoga, la calidad de los maestros que son invitados a enseñar y la intensiva transferencia de conocimiento que representan, porque entre los convocados se encuentran yoguis de un gran alto nivel como Rodney Yee y su esposa Collen Saidman, una pareja que ha viajado por el mundo impartiendo su conocimiento y han sido autores y protagonistas de libros y videos sobre yoga de gran popularidad a nivel mundial.

Además, tuve la oportunidad de recibirlos al llegar al hotel y acompañarlos en varios momentos con lo que comprobé  lo simpático y cálidos que son, tuvieron siempre respuestas cordiales y grandes sonrisas para las personas que se les acercaban a saludarlos.

También vi una clase impartida por Cathy Rogers, una maestra que lleva 33 años de práctica y enseñanza de Iyengar Yoga, y quien instruyó a un grupo de maestros sobre “La técnica de enseñanza dada a nosotros por BKS Iyengar”, en la cual compartió con los alumnos algunos principios de demostración de las ásanas para lograr el máximo efecto al hacerlo, cómo enseñar a principiantes y otros principios de instrucción de esa disciplina.

Otro maestro que me dejó una bella impresión fue Michael Stewart, quien recorría los pasillos con aire desenfadado e impartió una sesión que denominó Hatha y Tantra yoga, pero que además se encargó la noche del sábado de dirigir un grupo de músicos que amenizaron una saludable pero prendidísima fiesta en el Salón Punto Blanco del evento.

Michelle Button, una terapeuta y chamana que utiliza sonidos sagrados para sanar, ofrece una terapia grupal.

Observé el entusiasmo entrega con la que decenas de personas atiborraron el salon en el que Ram Ravi Singh los condujó a través del sendero de Subag Kriya, una serie de Kundalini yoga enfocada en aportar prosperidad a la vida de quienes la practican, y en la que a pesar del vigoroso ritmo de los ejercicios sus alumnos sostuvieron la energía de principio a fin, y en una especide recompensa los guió también en una danza que hizo que la sesión terminara con una fiesta.

Siri Nath Kaur demostró su maestría en el uso de las meditaciones de nuestra tradición para controlar y manejar las emociones, con una serie de meditaciones en las que cantaron mantras y otras herramientas propias del Kundalini yoga.

Personalmente, compartí el conocimiento de cómo el yoga ayuda a mantener un sistema inmunológico fuerte. Varias docenas de personas practicaron conmigo dos meditaciones enfocadas en ese tema del Kundalini yoga  y mostraron profundo interés en varios hábitos del estilo de vida que es parte de nuestras enseñanzas, como el ishnaan o ducha con agua fría, la dieta lacto-vegetariana y otros que ayudan a conservar y promover su salud.

Ravi Kaur Khalsa puso el broche de oro a la participación de maestros de Kundalini yoga del evento, con una práctica de renacimiento titulada “Renueva tu auto-concepto” en la que participaron docenas de los asistentes atraídos por la descripción que la maestra hizo de su clase, según la cual les ayudaría a liberar el enojo, apego, resentimiento del subconsciente, así como dejar ir memorias dolorosas.

Otro aspecto maravilloso del fin de semana fue el de conocer a yoguis y yoguinis mexicanos que con su trabajo hicieron que todo funcionara en el evento. Venían  de distintas tradiciones y escuelas de yoga y pude descubrir la belleza en sus corazones llenos de devoción, amabilidad, servicio y pasión, lo cual demostraron a través de la entrega absoluta durante sus horarios de trabajo, que a veces incluyeron madrugar desde de las 4 de la mañana para atender, por ejemplo, la sadhana acuariana que dirigió Jap Singh el domingo y que fue otra de las importantes intervenciones que tuvimos en el Encuentro los seguidores de Yogui Bhajan.

Salvo las clases de Ravi Kaur Khalsa, de Gurupurkha Singh y la de Jap Singh, las otra mitad de prácticas de Kundalini yoga se realizaron en el Salón del Valle, del cual yo me encargué de administrar. En el cual entre otras, recibí las visitas de, por ejemplo, la chamana y terapeuta Michelle Button, una mexico-estadounidense que utiliza los sonidos sagrados emitidos por cuencos de diferentes materiales y otros instrumentos para sanar energéticamente a las personas.

También fui anfitrión de Gabriel Morfín, un jóven mexicano nacido en una familia de músicos y con esa vocación en su vida, que desde niño se sintió atraído por los ritmos de la India. Inicialmente le gustó la cítara, pero más tarde se percató que su verdadero talento se encontraba en la “tabla”, un instrumento de percusión del norte de la India compuesto por dos tambores, los cuales toca con una destreza y fervor admirables, especialmente al conocer que para aprender a interpretarlos con tanta maestría nunca pisó suelo indio, sino que lo ha logrado atendiendo a las clases que impartidas en Méxicos por maestros extranjeros. Esto me dejó la enseñanza de que en México somos muy afortunados de tener un constante flujo de maestros que llegan a eventos como este o invitados por escuelas y centros de yoga, porque esto acelera exponencialmente nuestro crecimiento espiritual.

El encuentro también comprende a Expo Yoga, una especie de bazar donde se ofrecen desde tapetes y ropa para practicar yoga hasta joyas y sofisticados equipos médicos, tratamientos alternativos y masajes de una complejidad inimaginable. Pero, a diferencia de otros eventos similares en los que he estado, también prevalece una actitud de inspiración entre los vendedores, quizás porque sus productos están enfocados a enaltecer a otros humanos. Tuve oportunidad de conocer entre los puestos al doctor Gabriel García, quien se dedica a convencer a ancianos estadounidenses residentes en la comunidad de Ajijic a que utilicen medicamentos homeopáticos en el tratamiento de sus enfermedades, y a Siddharta, una hermosa vendedora de joyas y bisutería artesanales.

Y definitivamente no se puede hablar del Encuentro sin mencionar a su principal gestora y organizadora: Ana Paula Dominguez, una mujer llena de gracia y dulzura pero con una voluntad, convicción y empuje monumentales, como se requiere para materializar este imponente evento que cada vez se vuelve un referente a nivel mundial.

Yoguis practican ásanas en uno de los salones del Encuentro Nacional de Yoga.

Con su figura menuda, una sonrisa esplendorosa y casi siempre seguida de cerca por los pasos de su pequeño hijo Elías, Ana Paula está presente para resolver cualquier tropiezo, enredo o conflicto que surja durante el evento. Además, fue ella la que negoció con las empresas patrocinadoras y se encargó de armar el elenco de maestros que fueron invitados a enseñar. Eso sí, es evidente también el incondicional apoyo de su hermana Gaby Domínguez, quien se encarga de las finanzas e innumerables detalles adicionales antes, durante y después del evento, y de Julien Bourillon quien también tiene la habilidad e intuición para adelantarse a resolver embrollos antes de que aparezcan.

Cuando en el primer día, le pregunté a Gaby cuanta gente estaba inscrita me comentó que unos 350 pero que todavía no había hecho el cierre final. Antes de partir del hotel le repetí la pregunta y me dijo que le tomaría días tener una respuesta definitiva porque el trabajo no se termina con la clausura, ella es responsable de liquidar las cifras y hacer las cuentas finales.

Al despedirme de Ana Paula, poco antes de que ella misma dejara el hotel donde se realizaba el Encuentro para abordar un vuelo hacia Italia para encontrarse con Baba, como con cariño llama a su mentor y maestro Gurudev Singh, el discípulo de Yogui Bhajan que difunde por el mundo las enseñanzas del Sat Nam Rasayan, sentí la necesidad de agradecerla. La abracé y le dije que me parece invaluable lo que hace por miles de mexicanos y extranjeros que se reúnen cada año en el Encuentro, que su esfuerzo representa un gran aporte para la consciencia de la sociedad mexicana y que profeso una enorme admiración por ella. Conmovido pero muy contento emprendí entonces el retorno a casa.

 

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